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EL FUTURO DE LOS SERVICIOS FINANCIEROS SE ELIGE |
La negativa evolución de las cotizaciones bursátiles de la banca pone una nota sombría sobre el futuro de la industria financiera en el mundo. Pese a la notable recuperación del sector en las últimas dos semanas, alentada por las buenas noticias sobre las vacunas, los bancos han perdido desde febrero el 34% de su capitalización... |
El futuro de los servicios financieros se elige
La negativa evolución de las cotizaciones bursátiles de la banca pone una nota sombría sobre el futuro de la industria financiera en el mundo. Pese a la notable recuperación del sector en las últimas dos semanas, alentada por las buenas noticias sobre las vacunas, los bancos han perdido desde febrero el 34% de su capitalización en España, el 30% en Europa y el 12% en Estados Unidos. Es cierto que el COVID-19 ha agrandado algunos de los retos tradicionales del sector (baja rentabilidad, fuerte competencia interna y externa, digitalización) y ha incorporado otros nuevos (recesión, caída de la demanda, aumento significativo del riesgo). Sin embargo, al mismo tiempo, la pandemia ha hecho surgir nuevas oportunidades para optimizar el negocio financiero.
La clave, como ocurre en todas las crisis, es elegir las estrategias más inteligentes para adaptarse al complejo entorno en el que nos movemos. En el caso del sector financiero, ese proceso de adaptación incluye una adecuada asignación del capital, una rigurosa gestión del riesgo, el aprovechamiento de oportunidades corporativas y de colaboración o el uso más productivo de los recursos tecnológicos y humanos, entre otros factores.
Esta es una de las conclusiones del informe El futuro del sector financiero. Asegúrate hoy el mañana, recientemente publicado por PwC. El estudio alumbra análisis interesantes sobre el estado actual del sector, al desmenuzar la situación y las expectativas de cada una de sus actividades (banca minorista, comercial y de inversión, pagos, compensación, seguros de vida,
salud y accidentes, gestión de patrimonios, oficinas, vivienda residencial, etc…). Asimismo, describe las macrotendencias que condicionan la evolución del negocio, desde los bajos tipos de interés hasta la desglobalización, y su impacto en las instituciones financieras.
Pero el informe es especialmente útil porque ofrece una serie de recomendaciones estratégicas para navegar con éxito en el océano de incertidumbres del futuro. Son las ‘cuatro erres de la recuperación‘del sector:
Reparar el daño. Todavía nos conocemos la dimensión exacta del destrozo provocado por la COVID-19 en la economía en general y en el sistema financiero en particular, pero se pueden vislumbrar los desperfectos. Si queremos repararlos, hay que estar preparados para reestructurar a fondo el negocio y la cartera de productos y clientes, un ejercicio que se ha practicado poco en los últimos años; no ha hecho falta. Una buena y rápida manera de sanear el balance es aumentar la proporción de ingresos basados en comisiones, tanto por crecimiento orgánico como inorgánico. Por otra parte, es un buen momento para acelerar las...
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